El desplazamiento forzado y las migraciones
regionales son unas de las principales consecuencias de las guerras civiles y
del enfrentamiento armado por el poder, lastimosamente, es una de las realidades que
Colombia vive desde muchos años atrás incluso antes desde nuestros nacimientos, entre los años 1985 y 2008 estas problemáticas fueron la causa de que más de
cuatro millones de campesinos, trabajadores y personas del común debiera
abandonar no solo su hogar, sino además su trabajo, sus cultivos, su comida, la
perdida de garantías de sus derechos fundamentales, etc.
Estos grupos armados se
aprovechan del miedo y de su sadismo, para intimidar, extorsionar y violentar
de múltiples maneras a estas personas, que por su humildad y bajos estratos
sociales no tienen la capacidad de defenderse ante las armas que les apuntan.
Cabe resaltar que Colombia es el segundo país del mundo en cantidad de
desplazados, después de sudan.
Esta problemática social, es considerable
en nuestro territorio desde el siglo pasado, inicialmente como fenómeno de la
violencia bipartidista, que además dejo centenares de muertes violentas y por
el surgimiento de grupos guerrilleros al margen de la ley. Pero todo esto tuvo
un agravante enorme por la llegada de los paramilitares al conflicto armado
hacia la década de los 90 y solo hasta después de dictada la sentencia T-025 de
2004 de la corte constitucional; pues previamente a esta, este fenómeno era
considerado un simple efecto colateral del conflicto y no se le paraba mayor
importancia.
Para hablar de esta situación desde el
punto de vista, en lo que violencia y polarización social se refiere, hay que
tener en cuenta que van muy de la mano, el surgimiento de los grupos
guerrilleros y paramilitares izquierdistas, con su ideóloga de rebeldía y anti
gobierno; suscito una polarización social mediante la persuasión y promoción de
una ideología agresiva, de fanatismo; la cual produjo una especie de ruptura
social que fomento la violencia y las guerras civiles lo largo de todos estos años de guerra entre
estos grupos y el estado (un claro ejemplo de polarización fue la guerra civil
durante los años 1982 y 1992 del Salvador, que dejo aproximadamente 75.000
muertos y muchos más desaparecidos), pues lo que inicio como un grupo de
personas con una ideología y propósito definidos, tiempo más tarde se
convertiría en una anarquía que no busca liberar al pueblo de la opresión sino,
promover la violencia en todas sus facetas y violentando los derechos
fundamentales mediante; privación de la libertad (secuestros), desplazamientos
forzosos, torturas, mutilaciones, extorsiones, terrorismo, narcotráfico y no
podemos olvidarnos del reclutamiento forzado de menores de edad en sus filas de
combate.
Debemos entender la magnitud del
desplazamiento, pues es el claro ejemplo de como la guerra y la existencia de
una sociedad polarizada por falsos objetivos y falsos ídolos; puede llegar a la
marginación de sus mismos habitantes; estas personas al perderlo todo, se
vuelven individuos con estilos de vida clandestinos, que podrían llegar o no a
fomentar la violencia en las calles de las ciudades, o a incluirse por miedo,
sumisamente a estos grupos armados y un hecho muy grave, es que nuestro
gobierno, no se interesa por ayudarles y hacer valer sus derechos fundamentales
básicos, y mientras no se les garantice una protección social o se intente
promover la paz, jamás va a parar esta problemática.
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